Pizzería Cambalache Pontevedra. Hay vida detrás del bar!!

El pasado viernes me acerqué por primera vez a cenar a Pizzería Cambalache (Calle Cobián Roffignac, 9. Pontevedra. Teléfono: 986 84 85 86). 


http://www.pizzeriascambalache.es/spa/default.php


Hacía ya tiempo que tenía ganas de ir, puesto que ya había estado en uno de los locales que conforman la franquicia en A Coruña y me había gustado, pero por unas cosas o por otras todavía no lo había hecho. 

Tenía referencias muy buenas del nuevo local pontevedrés y algunas que no lo eran tanto, pero lo que sobre todo tenía era la sensación de que el futuro no les sería muy halagüeño...me explico:

Había pasado en innumerables ocasiones en coche por delante del local y la impresión que me causaba era la de un restaurante en el que aparentemente se había invertido mucho dinero y que pese a ello, lejos de rebosar actividad, se moría poco a poco por falta de ésta. Incluso comenzaba a temer que más pronto que tarde tendrían que cerrar...pero, afortunadamente, no podía estar más equivocado!!.

Al llegar, en el bar que tantas veces había visto poco frecuentado desde la calle pude ver que, efectivamente, no había muchos clientes pero sí se apreciaba un ir y venir constante de camareros; solicitamos mesa para cuatro (dos adultos, niña y bebé) a uno de ellos y muy amablemente nos condujo a la parte baja del local que es donde se encuentra la zona de restaurante. 


Pude comprobar que la concepción del restaurante obedece a un proyecto empresarial muy serio y para mi sorpresa y alegría la idea preconcebida que tenía en base a simples "pasadas" por delante del local se modificó radicalmente...estaba prácticamente lleno!!. No es un mal dato si tenemos en cuenta que el aforo del mismo, (lo tienen expuesto en la entrada al restaurante) ronda los 140 comensales. 

Comenzamos la cena: 


De entrante pedimos una tabla de empanadillas argentinas. La tabla la componían seis empanadillas de diferentes sabores (Atún, Carne, Jamón y Queso, Pollo al curry, Cebolla confitada y mozzarella, Beicon, ciruelas y mozzarella) que estaban realmente buenas.

De segundos platos pedimos una lasagña y unos espaguettis en salsa fungui para dos adultos y un menú infantil para una niña. Nada que objetar ni por la presentación ni por la ejecución. Los espaghettis en salsa fungui nunca los había probado y será una de las cosas que me aventure a hacer por mi mismo en casa; me encantaron.
El menú infantil de la niña estaba compuesto por 1/2 pizza, tarta de mousse de chocolate y bebida.


De postre no pedimos nada ya que la niña no pudo casi ni empezar la tarta (las raciones en general son bastante generosas) y nos tocó terminarla. No era nada del otro mundo pero no estaba mal.


Un detalle que me llamó la atención fue la buena organización que se observaba; en todo momento estuvieron pendientes de nosotros atendiendo nuestras peticiones y nos atendieron hasta tres camareros diferentes sin que se liasen con las comandas.


En resumen, un local muy agradable donde pasar un buen rato sin tener que lamentarlo, esto es: la relación calidad-precio la considero muy buena.